lunes, 19 de marzo de 2012

ULTRA TRAIL "SIERRA MORENA"

Bonilla, yo, Miguel, Paco y Quero
Córdoba, a orillas del Guadalquivir y a pies de Sierra Morena, mostraba su agrado el sábado por la tarde a los miles de visitantes que llegaron de diversos puntos de la geografía española a participar o acompañar a los participantes en la VIII Maratón MTB Trail Running Brimz "Guzmán el Bueno X" que por primera vez también incluía dorsales para corredores en un recorrido de 56 km. Y claro, no quise perdérmelo.
Llegué al hotel, al lado de la salida de la prueba, y tras acoplarme recogí el dorsal, vi a los conocidos y estuve en la charla que dio Carlos UltraRun en una sala anexa al sitio de entrega de dorsales. De la charla destacar lo que dijo sobre que no hay super hombres, que la cabeza es tan importante como las piernas en las Ultras y que, en su caso, de cara a una gran ultra suele ir subiendo un 10% el entrenamiento a la semana durante tres y mantener una cuarta semana para asimilar. Incluido también el ir metiendo peso a la mochila poco a poco.
Luego vino la charla técnica de la carrera a manos de Curro, cabeza visible de la estupenda organización que hubo todo el tiempo. Breve y al grano, como debe ser.
¡hay que ver lo guarra que es la gente!
Ya con los deberes hechos tocaba llenar la caldera de carbón para lo que se esperaba al dia siguiente. Así que por recomendación de Curro tiré patas para el "Góngora" donde las cañitas y las tapas eran un placer para el paladar. Tras conocer bien al que tiraba las cañas en el grifo de Mahou salí a pasear por las calles llenas de gente por la buena temperatura. Las terrazas llenas como en pleno verano y nada de fresco. El paseo típico heladito en mano (todo no va a ser fruta) a la Mezquita y al Puente Romano y "p'al sobre"...

RRRRIIIINNG !! "Coño el teléfono" Quero: "killo, que estamos aquí donde dan los dorsales, ¿tú dónde estás?" Yo: "pues dónde leches voy a estar a esta hora, ¡¡durmiendo!!" Quero:"¿todavía?" Yo: "pero vamos a ver, alma de Dios, si son las 7 menos cuarto. Anda, dame 5 minutos y bajo. La madre que... con lo bien que se estaba ahora en la camita...".
Buen desayuno y todo preparado para la prueba. Meadas de última hora (estos energúmenos mearon por allí en la calle en medio de tó, como se puede ver en la foto) y salida tras las bicicletas en busca de Sierra Morena.

La carrera fue según lo previsto todo el tiempo: al trote montañero y acompañado de Quero, mi "agaporni" particular, que viene muy bien.
Los primeros kilómetros de subida duraron lo que tardó en llegar la bajada. Bajada guapa, guapa, guapa. Con tramos de ir "esquiando" resbalando de lado y buenos saltos por las piedras. Otra subida con su bajadita y a la zona conocida como Las Jaras, donde se pudo llanear un poco antes de la subida al campo de golf, donde Quero y yo íbamos acompañados de un corredor de Doña Mencía e íbamos pillando a Paco PifPaf, que la verdad, no es terreno donde él se pueda lucir. Por cierto, la subida al campo de golf, chula chula.
Y lo bueno se acercaba: bajada larga y "complicá", con un pequeño repecho al final de ella antes de atacar la última gran subida, donde Quero ya no pudo más. Le faltó carbón a la máquina y aunque le esperé a veces, en el kilómetro 41 tiré adelante con el de Doña Mencía, que nos unimos a Paco PifPaf.
 Buena compañía para afrontar los últimos 12 ó 13 kilómetros. El chaval de Doña Mencía tiró adelante y yo decidí quedarme con Paco para ir juntos en la laaaarga subida hasta Cerro Muriano. Es una subida que si te coge al principio de la carrera, la trotas con alegría, pero con los kilómetros que llevábamos encima, andandito y buena letra. De vez en cuando hacíamos el amago de correr durante 300m y otra vez a andar en cuanto el terreno se ponía picado.
Tras cruzar la carretera llegando a Cerro Muriano había bastante gente de pic-nic viendo pasar a familiares y amigos. Allí todos sentados al fresco, la hora de comer y las barbacoas oliendo a carnaza. La gente con la cervecita en la mano dándote ánimos y uno... cabeza al suelo y p'alante. Eso es penitencia!!!  Si llevo un cuchillo se lo pongo a uno en el cuello y le quito la ristra chorizos "vuelta y vuelta" en la candela.
Una vez llegados al pueblo de Cerro Muriano son 3 kilómetros aprox. lo que queda para meta. Y ya a buen ritmo, pero por las ganas de acabar, jeje, todo del tirón excepto un breve calambre en la barriga que me hizo andar un poco.
La llegada a meta, en vez de emotiva, fue de relax. De decir, ya he llegado, cohone. Y me alegro de haber hecho una buena parte de la prueba junto a mi amigo Paco, que dice que ya no le vuelvo a meter en una de éstas (hasta que se le olvide).
Bonilla llegó 10 minutos antes que nosotros, Quero al rato y Miguel un poco más retrasado. Pero todos sanos.
La organización muy buena. Todo perfecto. Duchas, comida, avituallamientos, autobuses... Se lo han currado bien. Sacar tantos kilómetros de senderos no es fácil. Y tramos muy bonitos como la subida por una cañada con un hilo de agua y totalmente tapado por la vegetación, correr entre lentiscos, por zonas de encinas... Y los voluntarios atentos siempre en los avisos de bajadas peligrosas, zonas resbaladizas y demás. Un lujo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen relato de la carrera si señor, por cierto no me fui es que me paner a evacuar algo de liquido y se ve que os parasteis en algun avituallamiento y yo no lo hice y no os vi.
el sabado nos veremos por aqui por zuheros y espero que nos tomemos esa cervecita fria que tanto ansiabamos el domingo.
un saludo desde doña mencia.
fdo. juan domingo

Pedro Cruzado dijo...

Hombree!!
El compi de Doña Mencía.
Sí que nos tomaremos esa cervecita que iba reclamando para mis adentros cuando más chunga se ponía la cosa.
Allí te veré vestido de Robocop con los dientes largos seguro.
Un saludo desde Álora.